Hoy una vez más me siento bendecido por la actividad que hemos realizado desde la Fundación Luigi Boria, entrega de mochilas y útiles escolares, con la colaboración de quienes sienten en su corazón el deseo de servir.
Esta iniciativa, la hemos llevado a cabo
gracias a mi esposa, Graciela Boria, mi hija Lorena, con un grupo de
voluntarios que se suman a este servicio el cual hemos venido realizado año
tras año, con la única intención de ayudar a quienes lo necesitan.
Con la ayuda del Baptist Hospital, que también
donó 300 mochilas, hemos cumplido esta labor previo al inicio del año escolar.
Son muchas las familias que tienen necesidades para cumplir los compromisos con
sus hijos; la Fundación Luigi Boria, viene a servir a esta comunidad y lo
hacemos con el más grande sentimiento que es extender una mano a nuestro prójimo.
En la medida que siembras, recogerás.
Lo que más nos satisface es que junto con
madres y padres de familias, van mucho de los niños acompañándolos y que inician
la actividad escolar aquí en nuestra ciudad de Doral. Ellos son nuestra
alegría, nuestra motivación para seguir contribuyendo con esta noble causa.
Para ellos el regreso escolar, si bien significa obligación de estudiar, también
es el regreso a su mundo, tanto de los niños como el de los adolescentes. Nuestra
intención es que regresen motivados, con el deseo de aprender y con la
satisfacción de que nada les falta.
Sabemos que la compra de útiles escolares para
muchos es algo que preocupa; pero nuestra satisfacción es poder contribuir a
aliviar a los padres de esta etapa al inicio de las clases.
Nuevamente gracias al equipo humano que se sumó
y nos apoyó en esta gran jornada. Gracias al Baptist Hospital por su donación
de mochilas y útiles escolares y servir juntos.
Pronto nos veremos, nuestra
Fundación se prepara para noviembre con el Día de Acción de Gracias. Nos vemos pronto.
