Para los nuevos empresarios, dar
pasos seguros es el objetivo. Cuando entran en la escuela, vienen a recibir
dirección de Dios, al tiempo que deben llenarse de Él, a través de su palabra, con el único propósito de estar siempre bajo su cobertura en cada paso que dan. Deben
reconocer que la mano de Dios debe estar
presente en cada una de sus metas. Los logros, serán respuestas que hablan por
si solos de la presencia del Todopoderoso en sus vidas y en sus negocios.
Hay que reconocer también, el
gran trabajo de los mentores, hombers y mujeres de Dios, quienes le dejan a todo este grupo de estudiantes que pasan por el programa, todo
conocimiento que le permitirán conducirse en el mundo empresarial. Claro está,
no por si sólo. Cada participante, cada emprendedor, todo nuevo empresario, de
esta escuela, debe sumergirse en el
conocimiento bíblico. Dios quiere a
hombres y mujeres prósperos, lleno de sabiduría que solo la provee Él. Son dos
herramientas básicas para caminar y agradar a Dios y luego, para recibir sus bendiciones.
En la medida que existan
empresarios, llenos del Espíritu Santo, sabemos que alrededor de ellos habrá
personas bendecidas, comunidades que se alcanzan. Seguiremos colaborando con
nuestra iglesia. Joseph Business School tiene un propósito llevado por la mano
de Dios. Quienes estamos colaborando, impartiendo
conocimiento tanto de negocios como bíblicos, le pedimos al Todopoderoso que nos llene de sabiduría, de todo
principio que provenga de Él, para continuar en este
camino de formación de nuevos empresarios como para nosotros mismos.
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